En la mañana con unas amigas extremeñas que decían que era su ángel, y en la noche con Cristina y Raquel, dos magníficas chicas de Madrid que coincidí con ellas días antes en el Monasterio de Sobrado. Lo que no sabía en aquel momento es que el destino nos tenía preparado una dulce Velada con mariscada incluida y acompañado de un vino blanco Ribeiro, que según el camarero es lo que se bebe en Galicia.
Como dicen, allá dnd fueres haz lo que vieres, y creo que nosotros lo hicimos bastante bien. :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario