viernes, 10 de julio de 2015

Entre montañas

Portomarín, y yo, un hombre ya sin espacio ni tiempo he llegado hasta aquí. Como en un viaje astral teletransportado por el ser bici, la cual me lleva de punto en punto a veces sin pensar, abstraído en las infinitas pedaladas, sobre todo cuesta arriba, que me dejan la mente en blanco. Por eso la llamo "Interestelar", de estrella en estrella, de lugar en lugar.



Y hoy, montado a lomos de la interestelar, y disfrutando de su vuelo en una dulce bajada de unos 10 km, me paro a contemplar los grandes monumentos de este pequeño pueblo a orillas del río Miño, antes en el propio cauce del mismo, pues creció a causa de la creación de un embalse en los años 60. Pero sus vecinos, obviamente, no podían dejar morir en sus aguas su gran patrimonio, y como auténticos héroes, trasladaron literalmente piedra a piedra cada edificación que mereciera la causa a lo alto de la colina.

Pueblo con gran historia Portomarín, que ya se constata en los tiempos de los romanos, dónde construyeron un puente para seguir ampliando sus fronteras, imagino. Historia hacia Santiago, pues en la Edad Media, era el único paso por el camino francés. Historia del presente que piso, que sin razón aparente, es el primer sitio que hace parar mi mecánico pedaleo, simplemente para admirar esta belleza visual, en el margen izquierdo del río, desde dónde veo, allá en lo alto, una gran iglesia en forma de castillo, con una gran rosetón en el medio de su fachada principal, insinuando que allí se produjo mucha magia. Seguro grandes rituales en tiempo de los templarios, salvaguardianes del Camino de Santiago por estas tierras en la era Media. 

El viento sopla y suena las paredes de madera del Miradoiro de San Pedro, dónde me siento a descansar. Por el puente, cientos de peregrinos en escasos minutos que llevo aquí, provenientes de Sarria, supongo, pues es la próxima ciudad del camino para mi, la anterior para ellos. Ni me imagino los miles que pasan en un día. Sin duda, el camino francés en estas fechas se lleva la palma en cuanto a afluencia. Dicen que este es el verdadero camino, el de más tradición, pero si te pones a indagar, descubres que el del norte y el primitivo en particular fueron las raíces de la peregrinación. El caso de ser posteriormente más transitado el francés, es porque era más fácil atravesar el país para los que venían de Europa por la meseta castellana. Por eso, se fueron construyendo en esta ruta numerosos hospitales de peregrinos e infinidad de monumentos religiosos, como la Catedral de Burgos, dónde yo dirijo mi rumbo, por ser de ahí mis raíces. Si bien es verdad, que gracias a este peregrinaje, las ciudades fueron creciendo e incluso creándose alrededor de dicho camino. Camino que me lleva de vuelta a casa, y con más esfuerzo del que creía.

La ruta se hace dura por los numerosos puertos de montaña que existen en esta zona. Desde Sarria paso horas subiendo, y subiendo, y subiendo...para bajar un poco...y volver a subir. Así hasta llegar al alto do Poio, dónde creía que entonces, habría una larga bajada. Pero nada de eso. Una pequeña, para seguir subiendo hasta otro puerto que ahora no me acuerdo de cómo se llama. Entonces ahí pensé...ok, ahora sí que habrá una larga bajada...pero tampoco, una pequeña, para subir al Alto de o Cebreiro, mítico punto del camino francés, y aprovechado por los lugareños para hacer el agosto con los turistas peregrinos. 

Por este motivo o sensación subjetiva de uno mismo, casi no paré en esas pequeñas comerciales calles, a la vez muy bonitas por cierto, como sacado de un cuento, pero no para mí, gracias. Quizás es porque estoy de vuelta, y ya no me dejo impresionar fácilmente, por mucha historia o tradición que digan allí haya. Además, ahora sí, me esperaba una laaaarga y placentera bajada hacia Piedrafita, la cual disfruté como un niño. Pero fue mejor la siguiente, de continuo sin yo saberlo. Entré sin darme cuenta en Castilla y León, mi tierra y la de muchos otros. Que ilusión me hizo cuando ví el cartel en el principio de un descenso por la N-VI.

Curva aquí, curva allí...yo...relajado. La interestelar...disfrutando. Vida...en su zurrón, escondida para no caer. Y durante unos cuántos kilómetros y escasos minutos, pensamientos fluyendo libremente en mi cabeza de todo el viaje, dónde realmente me dí cuenta que sí, estoy volviendo a casa, por tierras de León.

martes, 7 de julio de 2015

Pazos

Café bar San Francisco. ¿Una Señal? Puede ser. A las puertas de su iglesia en Santiago. Dirección, rumbo a casa. Cerrando ciclos de magia y abriendo otros nuevos. La última ruta me trajo de nuevo a Compostela, por el camino de las trece cruces, ascendiendo el río Ulla. Lo que no sabía y ala vez sí, era lo que por allí iba a acontecer.

Haci casi veinte años, cuando yo tenía trece, el colegio Castilla, dónde yo cursé mis estudios primarios, hizo un intercambio con el colegio Rosalia de Castro, de Padrón. Los niños de Aranda pasamos una semana en casa de las familias de allí, y ellos vinieron una semana a nuestras casas en tierras del Duero. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero aquel recuerdo yo siempre lo tenía muy vivo dentro de mi. Aquellas jornadas de convivencia se me quedaron muy marcadas pues creo que era la primera vez que salía fuera de mi casa, lejos de mi familia, y puede fuese la llave del camino hacia quien soy hoy, un viajero soñador.

Después de aquel año 1996 no volví a ver a Oscar, mi compañero de intercambio, pero siempre tenía en mente que algún día tenía que volver a verle. Caprichos de la vida, o simplemente destino, mi camino de Finisterre hacia el sur por la costa da morte, se detuvo cuando aparecí de buenas a primeras en la desembocadura del río Ulla. Yo pensé que era porque como estaba haciendo el Camino de Santiago, tenía que volver a la ciudad justo por dónde él dicen que llegó. Lo que no sabía, es que Santiago me tenía preparada una ruta especial, por dónde ya anduve con trece años. Pasé justo por Padrón, siguiendo el curso del río, y allí me empezaron a llover recuerdos. Flasback de hacía veinte años...

Intenté recordar el nombre de la aldea dónde yo pasé aquella semana, pero no fui capaz. Mi mala memoria me jugó una mala pasada, pero El Camino me jugó una buena, pues me hizo pasar por por un pueblito que se llama Pazos. ¡Siii¡ ¡¡Esa era la aldea donde yo viví por una semana¡¡¡ ¡Lo encontré sin buscarlo, o lo busqué sin saberlo¡ ¡¡¡Increible¡¡ En ese momento mi gozo no cabía en mí. Había soñado tantas veces con volver a aquel lugar...

Nada más entrar reconocí la parada de bus dónde todas las mañanas nos recogían para ir a las excursiones programadas. Entonces me aventuré a bajar por sus estrechas callejuelas entre los horrios del lugar, que a medida que pasaba por allí iba reconociendo como el camino a su casa. Aunque claro, después de tanto tiempo, llegó un momento que me sentí perdido, y pregunté a un par de paisanos del pueblo si conocían dónde era la casa de Javino, mote familiar de la casa desde su bisabuelo. Y fue tal la alegría cuándo me dijeron que por supuesto sabían de quién les hablaba, que no soy capaz de describirlo.

Me acompañaron hasta la puerta de su casa y me dejaron allí. Les agradecí el gesto, y ahora tocaba presentarme con una timbrada. Salió Begoña a la ventana, la madre de Óscar, y yo, sonriente, empecé a hablar: "Hola, soy Roberto, de Burgos. Hace casi 20 años estuve aquí de intercambio con Oscar...¿Te acuerdas de mi?"

Y vaya si se acordaba. Casí dió un salto de alegría y bajó inmediatamente a abrirme la puerta para darme un fuerte abrazo. No daba crédito a que yo estuviese allí, después de tanto tiempo...La verdad que yo tampoco...Entré en la casa y allí estaba Jose, su marido, mis padres de aquel intercambio...¡Que bonita es la vida¡ Fue increible reunirnos en aquel salón en el que ya estuvimos juntos una vez, pero en el que nadie sabía que volveríamos a estar. Conversamos durante largo rato y recordamos viejas hazañas que juntos vivimos por aquel tiempo. Por supuesto pregunté por Óscar, y me dijeron que estaba felizmente casado y que tenía dos hijos, de dos y tres años. Vivía a pocos kilómetros con su familia, por lo que sería fácil verle esa tarde. Le llamaron, y me puse al teléfono: "Óscar, soy Roberto de Aranda, he venido a echar una caña contigo, ¿dónde estas?"

Mayúscula sorpresa dice que fue la que se llevó al escuchar esas palabras. No podía imaginar que realmente yo estuviese allí, en el año 2015, desde el 1996, buscando un reencuentro que yo siempre visualicé, y por fin, ese mismo día estaba apunto de suceder. Me citó a las ocho de la tarde en el campo de fútbol, porque tenía que jugar un partido de fútbol, como la última vez que estuve allí, que también recuerdo que me llevó a verle un partido. Todo el engranaje rueda a la perfección, yo, simplemente pasaba por allí, y cumplo con la magia.

Y mágico fue el momento cuando nos vimos en el campo de fútbol. Me presentó a su familia y me emocioné al ver sus dos hijos cómo corrían y jugueteaban de un lado para otro, además de ser unos parlanchines y muy sociables, como su padre. Era como volver al pasado y haber dicho en aquel momento: "¿Por qué no viajamos en una máquina del tiempo 20 años al futuro, al 2015, a ver cómo son nuestras vidas?"

Después del partido fuimos todos a cenar a un bar de Pazos y conversamos largo y tendido, ambos dos alucinando de que este preciso momento de vida, estuviera sucediendo...Hechos que me hacen seguir pensando en lo que vengo practicando...Magia¡¡¡


sábado, 4 de julio de 2015

Mitos y leyendas

Cuenta la leyenda que Santiago vino a predicar a España, y donde más tiempo estuvo fue por tierras gallegas. No tuvo muchos discípulos, y dicen volvió a Jerusalén porque se le apareció la Virgen Maria, antes de muerta, por obra de Jesús, para reunir a todos los apóstoles antes de que ella muriera. Pero lo que encontró Santiago allí fue su propia muerte por predicar la palabra de Dios, a manos del rey Herodes.

Aunque tuvo pocos, dos de los discípulos de Santiago montaron su cuerpo decapitado en una barca de piedra, para llevarlo por aguas del mediterráneo y después del atlántico hasta la tierra donde predicó. Así, a través del río Ulla, subieron hasta Padrón, donde atracaron la barca, en Iría flavia, y enterraron su cuerpo.

Justo a la desembocadura del río ulla me encuentro hoy, después de bajar por la costa da morte sin rumbo sólo por uso y disfrute de sus playas. Hasta que he llegado a este punto y me cuentan esta historia.

Iba dando pedaladas sin rumbo hacia mi destino como peregrino, que es entrar en compostela como lo hizo Santiago, ascendiendo el río Ulla. Y al igual que él iba protegido por dos de sus discípulos, yo lo voy por mi gran amiga Vida.

Cuenta la leyenda tambien, que los gatos poseen una conexión con el mundo mágico, invisible. Así como los perros son nuestros guardianes en el mundo físico, los gatos son nuestros protectores en el mundo energético. Sobran pues las palabras en un camino guiado por Santiago y protegido por Vida, mi ángel de la guarda.

viernes, 3 de julio de 2015

El último Ritual

En estado casi de shock vuelvo a mi campamento al atardecer. Tengo aquí todas mis cosas ya recogidas. El día muy intenso, de ritual en ritual.

La mañana amaneció  lloviendo, punto clave para pensar que el cabo ya me estaba diciendo que era la hora de partir. Esta gran montaña mágica, que si te descuidas te atrapa con sus encantos, y no eres capaz de ir. Pero agusto. Muy feliz en Fisterra he pasado cuatro días subiendo y bajando del faro a la playa con el único objetivo de disfrutar de sus días y sus noches, conectando con sus bosques, rocas, mares y gentes. Infinidad de lugares en lo que dicen es el fin de la Tierra, y pienso yo, entonces, será el principio del cielo.

Y como producto de una despedida, el sol salió a media tarde para pasar juntos un último día en Finisterre. Justo después de cortarme el pelo, producto de la magia claro está. Es uno de los tres rituales que quería hacer para purificar mi alma. Esparcir mis rizos por aquella montaña, en señal de cambio y dejar atrás mi pasado, pues el Camino te enseña mucho, y ahora hay que seguir con lo aprendido. Cada vez que tiraba un puñado al viento, pedía por algo o alguien, y de nuevo las energías invadían mi ser. ¡¡¡Que momento¡¡¡.



El sol alumbraba cada vez más fuerte. Reflejaba en el agua y hacía el atardecer más precioso que haya visto desde hacía mucho tiempo. Yo, danzando entre roca y roca en las Piedras Santas, haciendo de vez en cuando montones de piedras en un perfecto estado de equilibrio con el Universo. En el monte Facho, en el lado Oeste del Cabo, punto más alto de Fisterra, y por eso acudí allí. Donde sin saberlo, otros muchos peregrinos ya acudieron por motivos religiosos. Dice la leyenda que la Virgen y su hijo, en el viaje que hicieron a Fisterra, después de dejar la barca de piedra en Muxía, se sentaron a descansar sobre estas piedras otrorgándoles el don de que a pesar de su peso cualquier persona con una sola mano podía moverlas. Ya Erich Lasota, un escritor de 1581 lo dice: "No se pueden retirar ni con varios pares de bueyes, pero se pueden mover con un dedo, lo que yo incluse comprobé". Pero a mi lo que de verdad me llamó la atención, fue que en la leyenda explicatoria del lugar, dice que ya los celtas hacían allí sus cultos al Sol, organizando mojones de piedras, rituales que sólo los de buen corazón son capaces de hacer y entender.

Y bueno, yo no es que fuese buscando justo ese lugar, pero sí, conociendo ahora su historia, justo era ese el lugar. Nadie me habló del lugar, simplememente escuche a mi corazón y mi corazón me llevó allí. Es increible ver como todo funciona, la rueda de la vida. Allí dónde otros ya estuvieron con un mismo fin, allí es dónde yo tenía que dejar las piedras que portaba en mi mochila durante todo el viaje, en representación de todo lo negativo que mi persona tenía. Cada piedra, un mal pensamiento. Cada piedra, un pecado. Cada piedra, un defecto. Y así, hice un buen montón, y pedí por que todo auquello desapareciera de mi, y renaciera mi ser en uno nuevo y más puro.

Así pues, ya estaban cumplidos mis tres rituales. El primero fue la purificación en aguas del atlántico antes de llegar a Fisterra, en la playa del Rostro. Esto es esencial para los peregrinos que allí acudían para quitarse el polvo de toda su ruta y limpio comenzaba su cuenta atrás para alcanzar ese final del camino tan duro y a la vez importante. Después esparcí mi pelo por la montaña mágica, para marcar un antes y un después en mi vida. Hice la prometida montaña de piedras en la cueva donde pernocté dos noches para dejar allí mis aspectos negativos. Y una vez limpio, una vez purificado, sentí en ese momento que tenía que rendir homenaje a alguien que me había acompañado todo el viaje, y habían sido los mayores artífices de mi conexión con el todo. El palo del hechizo y la Virgen del Amor. La Virgen ya sabéis por que se llama así, y al palo, le decidí poner ese nombre, porque cada vez que ando con él por cualquier sitio, todo se intensifica hasta llegar a límites insospechados. Tenía que hacer mi última ruta con ellos, y así fue.

Me coloqué la camiseta con la Virgen del Amor como si de una armadura se tratara, cual caballero en su última batalla. Cogí el palo por su zona media-arriba, la parte más gastada y de otro color por su uso, como si el bastón de un mago fuera. Y juntos, caminamos hasta nuestra última magia. A un kilómeto del campamento había observado como alguien había hecho una cruz de madera en mitad de la montaña, entre el faro y las Piedras Santas. Ya al verlo me llamó la atención y me dieron ganas de ir, pero yo tenía mis cosas que hacer, por lo que seguí con mi camino. Pero justo terminados todos mis rituales pensados, comprendí que aquel lugar me había llamado para hacer el verdadero ritual. El que no viene del pensamiento. El puro. El sincero. Y es que al llegar allí dejándome llevar por mi interior, por las energías, por mi corazón...comprendí que aquella cruz que miraba hacia el fin de la tierra, era el destino del Palo del Hechizo y de La Virgen del Amor. Ellos me habían ayudado a tener un descubrimiento con la vida en todos los sentidos. La virgen siempre me recordaba que el mundo es amor, y en sus manos lo pone, "Love", y es por lo que pide y por lo que pido yo todos los días. El amor Universal. El palo, fue un fiel compañero que me hizo conectar a la perfección con la Naturaleza, sintiéndome parte de ella como nunca lo hubiera imaginado. Ambos dos, juntos, os juro y nunca juré nada, hacen magia, y la magia es la vida. Así pues, para todo el que allí vaya, recibirá magia, recibirá vida.




miércoles, 1 de julio de 2015

Nuevo campamento

YyyyEn fin, los últimos días han sido raros para relatar lo que por aquí sucede porque al viajar con tienda de campaña no puedo cargar el móvil todo lo que desearía, y cuando escribo en mi cuaderno luego no encuentro ordenadores por allá donde paso. Pero aquí seguimos, a día de hoy, último día del mes, en Finisterre, Martes.

El pasado viernes recogí la bici que Luisa tenía preparada para mí en Santiago. Estaba muy emocionado. además en la ciudad me encontré con mucha gente que había conocido por el camino, en particular con Gustavo y su mujer Ximena que vino para encontrarle a su llegada. Nos dimos un fuerte abrazo y sobraron las palabras, y con la mirada nos citamos para otro momento, pues en ese había mucho jolgorio en la ciudad de Compostela.

Al día siguiente, emprendí rumbo de nuevo hasta Fisterra,pues todavía tengo que hacer un par de cosillas por aquí. El viaje a cambiado en parte, ya que ahora me traslado en bici. Las rutas se hacen más rápidas, sin fijarte tanto en el entorno, pero el interior trabajao del mismo modo, sobre todo en las cuestas arriba. Ahí me acordé de Feli, el Meigo de Ourense, que una vez me dijo que la gente no sabe ir en bici, porque se creen que es para ir todo el rato rápido, cuando en realidad, en la bici, si vas hacia abajo vas rápido, pero si vas hacia arriba tienes que ser consciente de que tienes que ir lento, como si fueras andando. Eso me ayudó a no bajarme de la bici más de una vez, porque yo no estoy acostumbrado a esta forma de moverse, y el trayecto Santiago-Fisterra tiene varios puertos. Cuando los empiezas piensas...Ok, ya llegaré. Y cuando estás arriba disfrutas tremendamente porque tu esfuerzo se vio recompensado con un par de km de bajada. Con esfuerzo siempre hay recompensa.y
En mi primer día andé hasta Corcubión, unos 70 km, que ni yo pensaba que iba a hacer. Realmente una buena experiencia esto de andar en bici.

El Domingo volví a llegar a Fisterra, dispuesto otra vez a realizar los rituales que tengo preparados, pero de nuevo, y al ser un puro practicante de la improvisación, no hice. Pasé el día con Raul, un artista callejero que toca la guitarra en lo alto del faro para ganarse la vida. Sólo lleva aquí un mes, pero dice está muy feliz porque todos los días saca los justo para comer y algún que otro capricho, haciendo lo que le gusta. Dice que está pensando en hacerlo en diferentes sitios para conocer un poco España, pues no viajó mucho hasta ahora. Para mí, otro mensajero del Camino. Como una vez dije, para mí las guitarras siempre son una señal, pues me gusta jugar con los instrumentos, pero no sé tocarla de verdad. Al dialogar con Raul, algo dentro de mí me dijo, que si quería dar una vuelta al mundo, tendría que aprender a tocar de verdad la guitarra, pues más de un día sería el pan de cada día.



El día lunes, por fin ya me digné a buscar un sitio para realizar mi ritual con las piedras que llevo portando desde el primer día del viaje. Dí vueltas por todo el pueblo. Quería que fuese un sitio alto, en la montaña. Pero que no fuese en el faro porque está siempre masificado de gemnte. Así, explorando, me metí en unos caminos y por fin llegué a un punto en el que de nuevo las energías llamaron mi atención. Unas enormes piedras unas sobre otras allá en lo alto, parecían la representación perfecta de lo que yo quería hacer. Así pues, después de preguntarle al lugar si ese era el sitio, y él responderme con una afirmación en forma de energía recorriendo mi cuerpo, decidí instaurarme esa noche allí con mi tienda, en una especie de cueva, donde pasé una día especial.

El atardecer allí fue maravilloso, y la noche, con casi luna llena, espectacular. Hice un fuego entre las rocas para cocinar unos muslos de pollo a la piedra. El primero que hago en el Camino. La verdad que ha sido mi mejor cena desde hacía mucho tiempo, por todo el proceso de elaboración que ello conlleva. Desde que vas a por la pieza de carne, en este caso al supermercado, hasta que lo comes, el procedimiento es toda una dedicación. Primero he de subir a lo alto de la montaña, que ya es trabajo. Luego recoger palos, con su debido permiso del lugar, para más tarde encender el fuego para cocinar a la piedra o entre ascuas. El resultado único. El sentimiento puro. Pura vida, pura experiencia.



martes, 30 de junio de 2015

Coincidencias a cuatro bandas

Y sí, aquel día 25 llegué a Fisterra, pero más de visita que presencialmente. Tenía preparado unos rituales que hacer allí, pero en cuanto entré al pueblo Vida volvió a hacer amigos. Se trata de Mónica, una australiana que terminaba su camino francés ese mismo día, y que se encariñó con la gatita. Me estoy dando cuenta que Vida parece ser ahora mi guía, y va eligiendo a las personas con quien cruzarme por el camino.
Aquella tarde la pasamos juntos en la playa, y conocí a David, un amigo suyo francés que conoció por el camino. A la noche, la gente se reunió en una hoguera que hicieron entre todos, y compartimos unos tragos de vino.

La verdad que no me dio tiempo a mucho más, pues a la mañana siguiente tenía que volver a por mi bici a Santiago, por lo que fui a mirar los horarios de los buses, y a las 12:00 del mediodia cogí uno rumbo a Compostela. En el mismo iba Émily, la chica francesa con quién caminé unos kilómetros hasta Gijón, hará ya 20 días, y que nunca volví a ver, pero fue la precursora de la idea de viajar con tienda de campaña, pues ella tenía una y fue mi fuente de inspiración. Le agradecí aquel momento, y le hacía gracia ver, como no es la primera vez, que la gente ayuda a otras personas sin saberlo, simplemente comportándose tal como uno es, y exponiendo lo que vas haciendo, puedes ser ejemplo de otros. Simplemente escuchando, y hablando tal vez sobre tu visión de los hechos, puedes ser la clave para resolver un problema que para otros no tiene solución.

Y así funciona todo. Una cadena de confluencias. Como la que nos hizo coincidir aquella mañana en el autobús a los cuatro. Mónica, David, Émily y yo. Curiosidades del viaje, Émily me contó que días atrás había perdido una piedra en forma de corazón que le gustaba mucho. Justo el día anterior, Mónica me había enseñado esa piedra, que me dijo había encontrado días atrás en el baño de un bar. Cuando las presenté, le pregunté a Mónica que le enseñara la piedra a Émily a ver si era la misma, pero me dijo que la había tirado al mar, en el Cabo de Fisterra. A pesar de ello, tenía fotos, y Émily alucinó cuando vio que era la suya. Por su parte, estaba muy contenta de que Mónica la tirase al océano, pues justo su intención era la misma. Así pues, la piedra cumplió con su destino, a través de varias manos.

Lo curioso que me pasó con Mónica, es que justo la mañana en que la conocí me encontré una flecha amarilla en forma de pin, como la que yo había dejado semanas atrás en el Cabo Blanco, enterrada en la hierba para que alguien la encontrara. Me la puse señalando a mi corazón , pues a estas alturas del viaje y de la vida, es dónde quiero vaya quien me encuentre, y ella al verla alucinó, porque justo esa mañana había perdido la suya, que la llevaba en el mismo sitio, y que por la forma del imperdible y ralladuras de la flecha parecía ser la misma.

A mi estas cosas ya no me sorprenden, pues estoy abierto a que la magia suceda en cualquier momento. Como la que surgió entre David y yo simplemente conversando, en el que nos dimos cuenta de que habíamos estado en Argentina al mismo tiempo, hace dos años, y justo la misma fecha en la misma ciudad, Salta. El destino ya nos tenía un encuentro preparado pero allí no nos encontramos porque uno de los dos no estaba abierto a que la magia suceda. Probablemente yo. Pero nos dio una segunda oportunidad para conocernos, porque si algo tiene que pasar al final pasa, y bueno, no sé cual es la misión o mensaje por ahora que tenemos que darnos, pero por de pronto notamos mucha afinidad entre los dos, e intercambiamos unas piedras. Yo le dí una de mis queridas piedras de cuarzo con un poquito de mi energía para que se cumplan todos sus sueños, y el me regaló una piedra opaca de color marrón, que dice que es para canalizar toda la energía negativa y que no se quede dentro de uno. Probablemente el día que le llegue la hora, la tiraré al mar.

Además, al ver que saqué un momento el libro de "El peregrino", me dijo que si lo había acabado. Realmente me quedaba el último capítulo, pero vi en su mirada un deseo inmenso de leerlo, y yo sentí que ese libro tenía que pasar de manos, concretamente a las suyas. A mi me lo regaló Patty, una amiga de mi pueblo, por el hecho de que tenía pensado hacer el Camino y el libro se ambienta en el mismo. La verdad que su lectura me resultó agradable e interesante por la forma que Pablo Coelho expresa la forma de conectarse con el interior a través de las prácticas RAM que de vez en cuando he ido practicando. Pero sobre todo, lo que más me gusta del libro es la dedicatoria que Patty me escribió: "Hay quienes pierden todo al no intentarlo, hay quienes no pierden nada al intentarlo". Esa frase la llevo conmigo desde el día que lo leí, y ha sido una motivación extra desde entonces en cualquier decisión de mi vida. Así, siempre intento lo que me planteo, pues no pierdo nada, y si lo consigo, lo gano todo.



Yo también le escribí una dedicatoria: "simplemente gracias por estar abierto en el momento justo que nos cruzamos, pues así hacemos que suceda la magia, y con ella, la vida". Él me dijo, que si me lo habían regalado a mí, debería de quedármelo, pero yo entiendo que quien me lo regaló lo hizo para ayudarme o darme un empujón a que cumpla mis sueños, y que una vez aprendido el mensaje ese libro tenía que fluir en el Camino, para que con las dedicatorias de todos, sirviese de fuente de inspiración para los próximos peregrinos.

Al día siguiente de todo esto, cada uno siguió su camino, después de haber pasado la noche juntos. Mónica cogió un vuelo para Australia y Émily un tren a Francia. Ambas dos regresaban a sus casas. Por nuestra parte, David y yo seguíamos el camino pero por puntos diferentes, y a la vez los mismos que el contrario pisó. Él vuelve a su casa por el camino del norte, el cual yo hice, y yo vuelvo a mi casa por el camino francés, el cual hizo él. Sonriendo con tanta coincidencia, que no lo son, cuando nos despedimos todavía tenía otro regalo para mi, que al ver que ando escribiendo en las hojas de mis libros, me regaló un pequeño cuaderno de viaje, que seguro me viene genial.





lunes, 29 de junio de 2015

Orígenes

25 de Junio. 2015.

Me despierto a orillas del Océano Atlántico. Galicia. Costa Da Morte. Playa del rostro. En medio de la nada. En medio del todo. 

En la arena cientos de gaviotas me esperan apaciblemente para darme los buenos días. Nunca había visto tantas juntas y tan tranquilas. Camino por el agua para comentarles a mis pies que hoy será el último trayecto del viaje. Llegamos ya al Fin de la Tierra. Son sólo 10 km desde aquí, por lo que se plantea como tarea fácil.

Vuelvo hacia mi tienda en medio de las 500 gaviotas según la prensa y 100 según la policía. Al momento, todas alzan su vuelo. Mitad para un lado, mitad para el otro, como formando una coreografía en los cielos, o un ritual bailado deseándome suerte en mi último día.

Mi viaje hasta Fisterra, como los antiguos peregrinos, tiene su misión. Purificar mi alma en sus aguas y dejar allí mi pasado para seguir fluyendo en mi presente y volar hacia un futuro nuevo. Renovado. Por eso también en mi mochila llevo un montón de piedras que he ido recogiendo durante todo El Camino, que como me dijo Gustqavo, llevan pegadas las cosas que no quiero de mi, para volver a mi casa uno nuevo. Más persona, más animal quizas. Más humano pero más primario. Menos racional, más pasional. Más abierto, más esencia, más instinto...En definitiva, más puro.

Agarro mi palo, ya sólo de una punta, (la otra la perdí en el proceso de rescate de Vida en aquellas zarzas), y le coloco una pluma negra que encontré los primeros días de mi viaje, allá por el País Vasco. De los orígenes de mi camino, y que presenció todo el trayecto desde mi mochila, impregnada al igual que yo de toda la vivencia. Por eso quiero que hoy esté conmigo, capitaneando el rumbo desde lo más alto del stick, atado con unos juncos, con su debido permiso.

Me enfundo mi camiseta de la Virgen del Amor, portada de este blog, y que le llamo así porque en su mano se ve como reza por amor. Love escrito al revés, para que al yo mirar hacia abajo en algún momento de flaqueza o de grandeza, recuerde que el mundo es movido por amor. La fuerza más grande y más simple que al ser humano a veces se le olvida, pero que cuando se entiende, se comprende y se practica, es asombroso el resultado de paz y felicidad que proporciona. Amor por todo, amor por nada. El Amor Universal, infinito e incondicional, acompañado del poder de la sonrisa.

También se llama Virgen del Amor, porque la persona que me regaló esta camiseta así se llama. Amor. Amiga que conocí hace unos meses en mi pueblo, después de mi estancia en Barcelona y de mis primeras directrices hacia este camino de las energías por parte de mi Chamán de Monserrat. Ella, al verme interesado en el tema y ser conocedora de nuevas fuentes enriquecedoras del interior, me dijo que quizás en Ibiza, dónde ella vive, podría ampliar mi conocimiento al respecto, al ser una isla con puntos energéticos importantes.

Al encontrarme con ella por casualidad y estar abierto al flujo energético, acepté por su puesto su invitación, y durante tres semanas experimenté la energía de la isla en mis propias carnes. La primera semana fue de práctica en campo, haciendo excursiones todos los días a direfentes playas, calas y montañas. Maravilloso. Una isla digna de admirar y de sentir. Las otras dos semanas fueron de asimilación y reflexión, debido a que en el tercer o cuarto día, mi guía o mensajera en ese momento, Amor, me llevó al templo de la Diosa Tanit. Para ella un sitio que la vez que fue sintió cosas muy intensas, y quería que yo viera.

Llegamos juntos al lugar pero me dejó sólo al cabo de un rato al verme interesado mirando la estatuilla de la Diosa Tanit sin desviar mi atención. En realidad yo estaba intentando forzar una conexión con aquel lugar, pero la verdad que no estaba sintiendo nada especial. Cuando me quedé sólo seguí intentándolo pero no hubo manera. De todas formas, aquello era un sitio tranquilo y confortable, y yo agradecí a la montaña y a la Diosa mi estancia en aquel lugar. Fue ene ese momento, cuando ya me marchaba y presenté mis respetos en forma de despedida, cuando algo recorrió mi cuerpo y me puso los pelos de punta. Entró por mi espalda para instaurarse por unos segundos en mi nuca, y así llegar a cada punta de mi cuerpo. Sensación única y placentera a la vez. Me dejé llevar por el momento, cerré los ojos y disfruté de aquello. Cuando cesó, volví a presentar mis respetos, y de nuevo, aquella fría sensación recorrió mi cuerpo. Así durante siete u ocho veces, cada vez de una manera más intensa y cada vez más contento porque esa sensación me hacía sonreir. Parecía que algo allí estaba pasando que había hecho abrir en mí una puerta hacia algún lugar. Una puerta a mi nueva percepción de la realidad.

Caminé después por media hora hacia el coche dónde estaba Amor. Por un bosque entre montañas donde la Orquesta de la Naturaleza empezaba a tocarme sus primeras sinfonías. De aquellas no asimilaba que la ganancia de colores y sonidos era provocada por la energía que había recibido en aquel momento de manera no consciente. Ahora, lo reconozco como tal, y así también me lo hizo saber Amor aquel día, cuando le conté lo sucedido. Mi ninfa de Ibiza.

Y gracias a ella aquí estoy, siguiendo con mi descubrimiento desde el interior a lo más profundo, en el Camino de Santiago, camino de Fisterra.






sábado, 27 de junio de 2015

Decisiones

Lento, despacio. Precioso, maravilloso. Sol anaranjado completamente redondo franjeado a veces por alguna fina nube, que lo hace más interesante. Calmado pero conciso, bien definido.Satisfecho, seguro del trabajo de hoy.

Un barco justo por delante recorre la mar, como en las películas, de ensueño. Y sigo despierto. Más que nunca.Una linea roja ya detrás del océano. Cada vez más pequeña. Un punto...y ya, se fue. Nítido hasta el último momento. ¡Que grande! ¡Que digno! ¡Qué vida la del sol! Todos los días sale con su humilde labor, radiante, con fuerza, y se va tan tranquilo, como sabiendo que lo ha hecho bien. Le admiro y le imito.

Desde que tengo la tienda de campaña valoro aún más los dias si cabe. Cuando me levanto estoy pleno de fuerza, a sabiendas de que es una aventura distinta a la anterior. Recojo todo muy calmado, y valoro el día de ayer. Primera sonrisa del día porque ayer también me acosté sonriendo.Ese es mi objetivo del día. Acostarme y levantarme con una sonrisa. Y en la circunstancia que me encuentro, mi yo siempre lo hace. Soy dueño de mis actos pero siempre guiado. Observo las señales, escucho a los mensajeros y tomo decisiones según lo que sienta. Como el otro día cuando había dos caminos donde elegir, los dos hacia Fisterra, pero uno más largo que el otro.

Mi intención era pasar la noche de San Juan en Finisterre porque sabía que allí se celebraba de una manera especial, pero el día anterior conocí una persona que me hizo cambiar de plan. Almudena, una maga de Barcelona que hace magia y no lo sabe.O sí lo sabe y no lo quiere reconocer.

Nos encontramos en un bar gracias a Vida, conexión últimamente para con mucha gente. A ella, como a otros muchos, le hace gracia alguien que viaja con un gatito negro a su espalda,lo que me facilita tener una primera conversación con los demás peregrinos. Pero de una primera conversación a interiorizar en alguien va mucho, y nosotros en ese día lo hicimos sin darnos cuenta.

Es una chica muy especial y tuvimos momentos realmente mágicos compartiendo nuestras experiencias. Pasamos varias horas caminando juntos, que cuando llegamos parecían haber sido minutos. Un buen día para ambos que compartimos en equipo. Ella me regaló una canción que parecía la banda sonora de mi viaje si algún día fuese película. Iba caminando y cada nota sonaba con mispensamientos y vivencias de días atrás, y a la vez los árboles hacían caer sus hojas a nuestro paso. Magia...Yo le regalé parte de mi energía en una de esas preciosas y amadas piedras de cuarzo que siempre llevo.

Ella dice que en su interior tiene una casa. Una casa con una habitación donde están sus sentimientos. Esa habitación tiene una estantería, y en cada valda unas cajas con los nombres de sus emociones. Al principio me contó que la habitación estaba sucia y no tenia luz. Las cajas desordenadas. Pero que a medida que pasa el tiempo, sin darse cuenta, la habitación un día apareció con luz, limpia y todas las cajas ordenadas. Creo que según ella misma evoluciona, así lo hace su habitación.

Otro día me contó, que de repente vio que esa habitación tenía una puerta. Abrió la puerta y al entrar accedió a una biblioteca. Una biblioteca muy grande, inmensa, con muchos y variopintos libros que todos quiere leer, fuente de su sabiduría. Pero hay uno especial que le gusta leer todos los días. Es grande y con aspecto aviejado, como el libro de Harry Potter me contó. Está encima de un atril, en el medio de la biblioteca, y es el libro desu vida, el cual se autoescribe día tras día y nunca se cansa de leer.

Dice, que al hablar conmigo, y al dar una vuelta por su biblioteca, está viendo que hay otra puerta, que no había visto nunca antes. Muy pequeña, tiene que pasar agachada,y al entrar observa que hay una habitación muy pequeña dónde sólo cabe ella. No sabía que existía, y me dijo, que era la habitación de los momentos mágicos, que juntos, habíamos descubierto.

Me emocioné mucho al escuchar todo esto, e hicieron sentir en mi sensaciones únicas aquel día. Había una Maga por el camino con la que podría practicar magia...Como caminar sin que pase el tiempo, o tapar un rato el sol para facilitar la marcha en un día caluroso.

Los escenarios iban cambiando ese día continuamente, y a cual mejor. Veinte kilómetros que parecieron ser cinco. Ella se quedó en un albergue de un pueblo, de cuyo nombre no me acuerdo, pues había quedado con unos amigos, pero yo, sin compromisos, y con energía renovada caminé durante otros quince kilómetros hasta que anocheció. En este trayecto es dónde tuve que decidir si ir a Fisterra directo o pasar primero por Muxia.

Mi decisión fue guiada por ella sin ella saberlo, pues me dejé llevar por el buen feeling que esa tarde tuve con ella, y a sabiendas que Almudena el día siguiente estaría en Muxía, me dirigí hacia allí. Pensé que quizás, dado que el día siguiente era San Juan, ella Maga, y yo Aprendiz, podríamos hacer algún conxuro juntos esa noche. Pero por miedo, o compromiso con sus lazos, a pesar de que le gustó la idea, no aceptó.
Fue entonces cuando dudé si mi decisión de ir hacia Muxía en vez de Fisterra había sido una buena elección, ya que por quien digamos tomé la decisión tenía otros planes. Casi me dejo llevar por la imapaciencia, pero fue el siguiente día a la noche de San Juan cuando comprendí todo, al encontrarme con un grupo de americanos y canadienses, guiados por una mujer inglesa, Luisa.

Estaban en un puente mirando hacia el río, y yo, curioso, les pregunté que qué había. Me dijeron que se les había caído una botella y no querían dejar contaminación en el río, pero que les era difícil bajar. Sin dudarlo,me descalcé y bajé al río para recoger la botella encantado, pues es algo que yo también vengo practicando. Yo cuido a la naturaleza, ella me cuida mi.

Mientras yo estaba abajo, todos se quedaron encantados con Vida, y la dieron todos sus mimos para cuidarla, en especial Luisa. También estaban agradecidos con mi gesto,por lo que me dijeron que me pasara por una bar después a tomar un café con ellos.

Y así fue. All´ñi que fui. Disfruté de una animada charla con todos, en particular con Luisa, la guñía del Camino, porque era la única que hablaba español. Mi preguntó mis planes después dellegar a Fisterra y le dije que quería volver a mi pueblo en bici. Así, entre bromas y my bad english, les dije a todos que si tenían una me la enviaran a Santiago. Todos rieron, pero Luisa se quedó pensativa y me dijo:
-Tengo una bici, en Arzúa, que no voy a usar en los próximos dos meses,y tal vez, si quieres, te la puedo acercar el viernes a Santiago.

¡¡¿En serio?!! Oh my God¡¡¡¡ El Universo escuchó mis plegarias. El cosmos hizo que gracias a Almudena me dejara llevar por el camino que pasa por Muxía, no para hacer magia en la noche de San Juan como yo pensaba, sino para que la magia se cumpliera al día siguiente alconocer a Luisa, y que ella, desinteresadamente, cumpliera con mi próximo paso en mi destino. Volver en Bici a mi pueblo, algo que me planteé hace tiempo, hablé, comuniqué, pedí incluso en el periódico "La Voz de Galicia", y en el momento menos pensado, y de la forma menospensada,apareció.
Que más pedir, si encima la terraza de mi casa hoy tiene vistas al mar, y las estrellas y la luna ya empiezan a jugar. Si existe eso que llaman felicidad, debe ser algo parecido a esto. Las pequeñas cosas de la vida que te hacen grande.








Playa del Rostro

Y a gélidas aguas del Atlántico llego, 
Junio, 24, Playa del Rostro

Aconsejado por una mensajera guía del camino
que como siempre da trazadas al destino.

En la entrada, una joven, sola, pedime fuego.
Le presto el mechero, y le regalo una flor.

Quizás es la chispa que necesitaba ese día,
no tenía buena cara y al momento sonrió:
Buen día señorita, gracias, no hay por qué...

El poder de la sonrisa, magia...
y mágico cielo entre nublado donde de nuevo salió
en ese justo momento el Dios Sol
vislumbrando un halo de luz espectral hasta el bravo mar
como invitándome a pasar.

Sin dudarlo y desnudo camino por su alfombra de arena
Grandes olas me gritan de que entre, sin miedo,
que me están esperando...

Y yo que no rechazo una invitación
me dejo llevar por el viento hasta su interior.

Sin pensarlo
sincero
por el momento...

Máspura la vida brilla
y se respira mejor.

Campo de helechos



Shhh...Silencio...
Campo de helechos, monte verde...
no hace falta hablar...

Calma, mucha calma...
me siento a contemplar espigados árboles...

Pinos y eucaliptos mueven ramas y hojas,
lentos, muy lentos...

Pequeños y viejos robles cuentan historias,
cuentacuentos...

Fisterra queda cerca y yo alerta,
alma abierta...

Ayer las hogueras...
Mañana la mar...

martes, 23 de junio de 2015

San Juan

Hoy en España se celebra de manera falsa la noche más corta del año. Originalmente una fiesta pagana,el 21 de Junio, en que se encendían hogueras para purificar al sol y darle mas fuerza hasta el solsticio de invierno, cuando es el día más corto. Como otras muchas festividades la iglesia se lo acomodó a su calendario, y así se le da mayor importancia al nacimiento de san Juan Bautista.

Queimadas, conxuros, fuego y sardinas a. a brasa es lo q acontece por tierras gallegas. Las que piso. Hoy concretamente en Muxia. Y de nuevo volví a ver el mar.



Vida está aprendiendo a andar. No es que no supiera, pero ahora hace tramos del camino detrás de mis pies. Me siento como un padre cuando su hijo da sus primeros pasos sin ayuda. Quizas mañana le enseñe a andar en bici.

El día fue nublado, pero como siempre, cuando se cree en estas cosas, el sol me hizo un guiño para que me diera un baño en aguas del atlántico. Aquellas aguas que hace ya mas de 10 años  sufrieron la desgracia del chapapote. Un pescador de la zona   me dice que es increible la fuente de vida que es el mar, donde en aquellos tiempos todo murió y hoy pesca las mejores lubinas del mercado.

Sin más, desearos una feliz noche, y yo quizás, practique esta noche algún conxuro, para seguir conviviendo con la magia.

Mouxos, coruxas, sapos e bruxas...

lunes, 22 de junio de 2015

Ayer

21 de Junio. Solsticio de verano. Lindo atardecer con "Vida". Así he decidido llamar a mi nuevo compañero de batallas. En parte porque no sé si es gato o gata. En parte porque su mirada así lo expresaba. Mucha vida.. Y así me lo hizo ver este pequeño de ojos azules y pelo negro cuando lo encontré entre las zarzas. Quería vivir y no abandonarse a la suerte en aquel bosque.Quizás su suerte soy yo. Quizás mi suerte es él y por eso vamos juntos. Aunque la suerte no se encuentra, se busca, y él la buscaba con sus tímidos maullidos, más fuertes al verme. Yo justo, pasaba por allí. Él, camino con firmeza hacia mí cuando le llamé, e hizo salir al otro gatito escondido entre la maleza.

El de pelo blanco ya encontró hogar. Vida, se está convirtiendo en un viajero al acompañarme. Y él es el que decide, porque cuando lo dejo en el suelo me busca y me sigue. Ambos dos libres con un mismo destino. Fisterra.



Son casi las 23:00 y el sol abandona la tarde detrás de la ladera. En minutos, la luna ya saluda con ese cuarto creciente. De seguido una estrella, un planeta o un satélite, la verdad que no entiendo mucho de astronomía. Un punto brillante que acompaña a la luna en el principio de la noche. Luego otro. Dos murciélagos revolotean sobre mi cabeza. Un mosquito me pica el pie descalzo. Tumbado sobre la hierba para disfrutar el momento..

El bosque habla a mi alrededor. Los árboles suenan las ramas en forma de chasquido para saludar. Puede que sean animales. Al fin y al cabo este es su hábitat, y yo un invitado. O mejor dicho uno más.

Enciendo mi linterna y sigo escribiendo. Vida, jugueteando a mi lado. Me muerde y se engancha de mi camiseta. Al frente, el horizonte todavía tiene tonos rojizos. Detrás, oscuridad. Mi tienda, en medio de un prado de sembrado ya recogido  en los lados. Empaquetado en grandes lonas negras. Y arriba, otras estrella más.

Ya son tres a la derecha de la luna. Y otras tantas a su izquierda. Desde un plano cenital, un hilo de ellas que empieza a formar constelaciones.. Me fumo un piti, me relajo y empiezo a disfrutar del espectáculo.

La función parece que va a empezar.El primer actor que reconozco es la osa menor, en forma de carro grande. Cuatro puntas de cuadrado y otras tres para la cola. Un pájaro canta en el oscuro bosque de atrás. O puede que una serpiente. Es como el croar de una rana pero sin parar en ráfagas de quince segundos.

A lo lejos sonido de coches que me recuerdan que sigo en este planeta. Más cerca, lo que parecen pisadas de un caballo.La fauna se anima, y realmente no se identificar lo que son, excepto los mosquitos que a mi lado pasan bufando. Puede que haya un río próximo, y de allí provengan ciertos raros ruidos de apareamiento de algún anfibio. Más lejano, perros ladrando.

El caballo se acerca, y sin verlo, se va. Medoy una vuelta a mi alrededor para ver si veo algo, pero nada. Parezco estar ssolo, aunque la orquesta de la noche dice lo contrario. Emoción continuada y muy sensitiva. Tranquilo. Yo cuido a na Naturaleza y ella me cuida a mi. Me fumo otro pito, y a dormir.

sábado, 20 de junio de 2015

Hacia Finisterre

Hoy salí de Santiago con aire renovado. El día de ayer fue muy intenso, primero por la total conexión con el Santo y luego por la celebración improvisada con dos compañeras de Madrid. Para ellas su último día en el camino, para mi un pequeño paréntesis para seguir hasta Finisterre.

Una vez conocido al apóstol y haber peregrinado por sus albergues, mi decisión es ahora dormir en la naturaleza. Por eso hoy utilicé parte de mi financiación en adquirir una tienda de campaña. El precio asequible, el peso casi 3 kg, pero la libertad y goce de la vida no se mide ni con dinero, ni con peso ni con nada.


Esta es mi casa de hoy. En mi jardín árboles y plantas de todo tipo. En la pared, viento que me acerca el sonido de animales en la noche.en el tejado infinitos puntos dorados que brillan fotmando constelaciones, y ahora entiendo por qué esta zona se llama compostela (campo de estrellas). NoNo las conté, pero había más que nunca. Todas parecian mirarnos. Y digo mirarnos porque hoy la vida me ofreció lacompañia de un nuevo amigo, q ne muerde mientras escribo.


Se trata de uno de estos dos gatitos. Les encontré esta tarde en el bosque pidiendo ayuda entre unas zarzas. Les llamé y parecía que me atendían, respondiendo con maullidos mas fuertes. Me adentré entre los pinchos y finalmente los vi, y ellos al verme se acercaban. Parecian estar acostumbrado al trato con personas, por lo que me hizo pensar que alguien los dejó allí, cosa que por desgracia a veces pasa. Así pues, como las casualidades no existen y yo pasaba por allí, acepté mi rol de salvador y me hice responsable de ellos. Yo asumiendo responsabilidades. Que pronto el camino me pone pruebas. Pero lo hice sin pensar, un acto natural, pues esos gatitos son parte de mi y yo de ellos.

Los monté en mi chaqueta y fui preguntando en casas y bares si alguien se comprometía acuidar esas pequeñas vidas. En la misma tarde el blanco ya encontró duecasa. Tenía aspecto de siamés, por lo que enseguida enamoró a uno de los clientes de un bar donde pare a comprar un bocadillo. El otro, el negro, por el hecho de las supersticiones, y no quiero pensar en descriminación, de momento está conmigo. Una señora me dio un poco jamón de york y unos mejillones para él que al principio parecía no querer, pero q con el paso de las horas, no veas como le gusta.

Disfrutando pues juntos de la maravillosa noche de ensueño, con una perfecta sintonía de temperatura, vistas y sensaciones, mirando a la luna creciente, como mi alma.

Con Santiago

Y debajo del título de la primera página de "El viaje definitivo" escribo estas palabras. No las últimas, por supuesto. Ni el último viaje, of course. Puede que el primero a una nueva realidad. Desde Santiago sí, ya llegué.Acompañado de una mujer de Dinamarca que recordome que tengo que aprender más inglés. Buen alma. Como el de Juanca. Un hombre español que trabaja en el camino haciendo figuras de alambre. Encandiló mi marcha del día como si  una estrella más de ese campo fuera, hacia Compostela. Nada más verme me dijo que mi cara le sonaba, y yo le dije que posiblemente de esta vida o de otra. Ambos sonreimos como si de verdad nos conociéramos, y seguimos conversando mientras yo tomaba el café de despertarme.

Le pregunté que cuanto costaban las figuritas del apóstol y me dijo que la voluntad. Entonces saqué mi cartera de los San Antonio Spurs que días atrás me regalaron unos jóvenes peregrinos americanos, y cogí todas las monedas que allí había, que junto con una piedra de cuarzo de las que siempre llevo en mi mochila, fue mi voluntad por tres de aquellas figuritas. Una para mi madre, otra para mi padre y otra para mi hermano, que son las tres personas a las que tengo que agradecer toda mi vida, pues fueron los que siempre velaron por mi seguridad y movieron cielo y tierra para poner a mi disposición todos los recursos posibles por mi felicidad y mis sueños. Simplemente un gesto, en mi camino a Santiago, por quien me facilita caminar.

El artesano, Juanca, me preguntó que cuántos años tenía, y le dije que justo ese día cumplía 32,y muy contento de celebrarlo con quien me encontrase por el camino. Fue el primero en felicitarme, y sin dudarlo, terminó otra figurita que estaba haciendo y me la regaló. Éste mi segundo regalo, pues el primero fue de Lauriña, mi amiga de la universidad, mi hermana de Santiago, a la cual tenía muchas ganas de ver, y fue ayer, en Monte do Gozo cuándo nos encontramos. Hablamos, conversamos y de nuevo llegó la magia. Tenía para mí una concha de vieira. ¡Ahora sí que soy un auténtico peregrino¡ Además esa concha con el mayor de los sentidos.

A Juanca le dí un fortísimo abrazo cuando me despedí, de corazón a corazón, y le comenté que me había gustado mucho la breve pero intensa manera en que nos conocimos, en la que la conversación fue más o menos asi:
-Buenos días peregrino, ¿a dónde va usted?
-A Santiago. Y tú, ¿que haces por aquí?
A lo que respondió con una enorme sonrisa...VIVIENDO

Aquella respuesta era lo que yo esperaba escuchar día tras día de cualquier persona. De mi mismo. De toda la humanidad. ¿Qué hacemos en la vida? ¿Vivir no? Lo primero vivir. ¡Claro que sí¡ ¡Por fin alguien que lo reconoce¡ jajaja Qué feliz me hizo escucharle decir eso. Un humilde artesano que ha sus figuras para intercambiarlo por lo que la buena voluntad de la gente le puedan aportar día tras día. Magnífico. Mi ídolo. Y como tal, le dije que yo estaba en la misma. Aunque de momento sólo pensándolo. A lo que me animó a que lo realizase, Que me dedique sólo a vivir. Que se puede y es muy gratificante cuando lo haces.

Me transmitió muy buen feeling. Una buena manera de empezar mí último día hasta Santiago. Seguido de la dulce compañía de Iager, una mujer de Dinamarca también plena de felicidad. Fue un placer compartir con ella mis últimos kilómetros del camino y entrar juntos a la ciudad, pero cuando ví la catedral por una de sus caras, me despedí, me senté y escribí. Al fin y al cabo mi única compañera en todo el camino ha sido ella. La escritura. Por eso, para tí, estos momentos.


Oh my God¡¡ Y me lo quería perder. Caminé sólo por la plaza del Obradoiro y me encontré dos peregrinas que dicen soy su ángel (foto de ayer), pues aparezco y desaparezo en los mejores momentos. Me indican dónde se recoge la credencial y el último sello. Voy para allí, y en la cola, empiezo a mirar cada sello de cada sitio por dondé pasé. Qué recuerdos, qué momentos. Inolvidable día tras día. Vivir cada uno de ellos como hacía tiempo no vivía. Con cada árbol, cada flor, cada animal, cada piedra, cada persona. Cada instante grabado por siempre.

La misa de las 12 comienza en breves, por lo que dejo mi mochila y me voy encontrando con viejos compañeros del camino. Como si hubiéramos quedado todos allí, sin hacerlo. Me faltan Gustavo, mi chamán y Feli, mi Meigo. El uno por veloz, ya está en Finisterre. El otro por calmado, todavía no llegó. Pero aquí están conmigo, y al entrar a la catedral, los siento.

Me acuerdo también de Darío, mi amigo peregrino de Italia que fue quien me dijo un atajo en los últimos días. Mi fuente del camino. Y sin quedar, allí estaba. Cómo iba a faltar en nuestro último día. Y vaya si estaba. Celebrando de lleno aquella ceremonia, pues era miembro del grupo de sacerdotes que entraban por el pasillo hasta el altar. Ataviado con sus mejores galas. Túnica blanca y capa roja. ¡Y yo sin saberlo¡ Me acuerdo del día que le pregunté: ¿Tú crees en alguna religión?, yo esque no creo en la Iglesia...Él me dijo que era católico, pero nunca me dijo que era sacerdote. ¡Qué Grande¡ Como me alegré de verlo allí. Un hombre que siempre trasmite mucha paz y mucha calma. ¡Ahora lo entiendo todo¡

Todo increible y normal a la vez. Magia en cada mirada, en cada sonrisa, en cada respiración de los allí presentes. Muchos. Peregrinos y paseantes de todas partes del mundo. Yo, uno más. Sintiendo ahora sí, la energía propia de Santiago, el Santo. El Botafumeiro de un lado a otro, Abrazos y besos entre todos los presentes de alegría y compañerismo. ¡Qué momento¡ ¡Qué día¡ Quién me iba a decir a mi que cuando cumpliese 32 lo celebraría con Santiago, en su casa.

Hablé con él en su sepulcro. Muy simpático por cierto. Yo, muy emocionado. La sensación es entre flotando y lleno. Lleno de vida, de ganas, de ilusión. Por nada. Por todo. Órganos suenan de fondo y aquí sigue la función. Subo a darle un abrazo. Pongo mi mano derecha sobre una concha que lleva en su espalda, mano izquierda en su pecho, y entre medias, apoyo mi cabeza.

Simplemente Gracias
por el día a día
por el todo
por la nada
por esa vuelta al mundo que tenemos apalabrada

Simplemente gracias por toda esta conexión
mi contacto más directo puede con la religión
desde mí hasta tí
sin intermediarios
porque a mí así me vale
porque tú ya me llamaste
porque hay un antes y un después
tu cruz para acordarme.

km 0.01 d.d. Santiago:

Durante horas permanecí en la catedral andando y visitando cada rincón de la misma. De vez en cuando pasaba al lado de sus puertas, veía la inmensa luz que había fuera, en ese 19 de Junio caluroso del 2015, y no me apetecía nada salir. Más bien las palabras serían que me apetecía estar allí dentro. Con Santiago. Hablé por varias veces con él. Entró y salió por mi cuerpo por otras tantas. Pura energía. Como en los bosques. Como en las casas abandonadas. Como cuando hablo con ciertas personas. Como cuando camino en las montañas. Como siempre...Como nunca...










viernes, 19 de junio de 2015

llegada a santiago

Llegué hoy a la mañana a Santiago, recogí credencial, fui a misa botafumeiro y escribí un montón de emociones encontradas el día de mi 32 cumpleaños. Otra casualidad que me impide relatarlo al detalle, pues es día de celebración.


En la mañana con unas amigas extremeñas que decían que era su ángel, y en la noche con Cristina y Raquel, dos magníficas chicas de Madrid que coincidí con ellas días antes en el Monasterio de Sobrado. Lo que no sabía en aquel momento es que el destino nos tenía preparado una dulce Velada con mariscada incluida y acompañado de un vino blanco Ribeiro, que según el camarero es lo que se bebe en Galicia.



Como dicen, allá dnd fueres haz lo que vieres, y creo que nosotros lo hicimos bastante bien. :)

jueves, 18 de junio de 2015

Última mañana hasta Santiago. (5O eso pensaba). Sentado en un riachuelo con los pies en sus gélidas aguas. Quince minutos, como ayer me dijo Catolio, un compañero italiano que conocí hace un par de días. Mucha vida. Mucho alma. Él usa esta técnica par paliar los dolores en los pies. Sin cremas ni antinflamatorios, como los de antes. Pura Natura.

La etapa transcurre tranquila y jovial con dos nuevas amigas de Zaragoza con. Van a un ritmo suave y conversación agradable. Perfecto para mi, pues quiero ir sosegado en el día de hoy hasta Santiago. Muy lento. A la mitad del rodaje. Por eso paro a descansar sin estar cansado. Entre árboles que abrigan mi gozo para escribir un momento. Este momento en el que de verdad siento intriga por ver al apóstol. Él fue quien me llamó. A ver que quiere.

Sin fotos pues perdí el cargador en el monasterio de Sobrado dos no es. Supongo que para que este día fuera único. Guardado sólo en mi retinya, en la memoria, en el corazón.

Un día mágico sólo para la magia.Imposible de captar en imágenes. Escribiendo en las tapas de un libro que el chamán de Monserrat me regaló por las casualidades acontecidas en Barcelona hace unos meses..

El libro se llama el viaje definitivo de Roberto A. , mi nombre Roberto Cantón. Elio, que es el nombre de mi Chamán de Monserrat, traductor del libro al italiano, y el propio libro directamente relacionado con Las nueve Revelaciones, el cual me abrió me abrió este camino por el que transito.Todavía no he empezado la lectura del "El viaje definitivo" pero lo llevo conmigo para el día que me sienta preparado. Toca el tema de viajes astrales y puede ser el siguiente paso.

La gente pasa por el caminillo de encima del riachuelo. Se paran, miran, e incluso hacen fotos como si fuera parte del torre que están haciendo. Sí, ayer se juntaron todos los caminos en el francés y empiezan a aparecer los que llaman turigrinos, que hacen sólo los últimos cinco días como excursionistas.  Ni mejor ni peor, cada uno hace su camino. Y todos valen, con respeto, humildad y amor. Mucho amor.

Continuara...


miércoles, 17 de junio de 2015

Apuntes de magia


Km 189 a.d. Santiago

Cerca del pueblo asturiano de Valdepares, decidí como hago muy a menudo salirme de las señales del camino, con la tan buena suerte, como de costumbre, de encontrarme con una vistas maravillosas. Se trata del cabo blanco, un gran peñón de roca entre agitadas aguas del Cantábrico que endulzaron aquella soleada tarde. Caminé descalzo por sus verdes praderas hasta llegar al extremo de la roca, en el que no había sido el primero en llegar. Lo supe, entre otras cosas, porque algún desconsiderado había dejado una lata de refresco, ensuciando aquel maravilloso lugar. 


Por otro lado, también alguien había hecho un redondel en la hierba en forma de tapa. Me resultó curioso, y lo levanté esperando encontrar algo. Era el sitio perfecto para dejar las pistas de un tesoro. Como no había nada, se me ocurrió empezar una magía en aquel lugar que me estaba llenando el descubrirlo. Así, cogí el pin-flecha que días atrás me había regalado Simón, el hospitalero de Avilés, y lo puse en un papel con una leyenda "Sigue tus propias Señales", por el hecho de que siempre que sigues tu instinto o intuición, te sueles encontrar con lugares propiamente mágicos.



Esta Magia la empezó Simón, yo fui portador de ella, y el que encuentre la señal será el que la resuelva.


Km 118 a.d. Santiago

Caminando entre bosques y aldeas, me encontré una casa abandonada. En la ventana había un zapato, señal que me hizo entrar a curiosear. Aparte de mis ya normales sensaciones energéticas, en la casa había otras cosillas, como libros, tarjetas, cartas y revistas antiguas. Entre ellas encontré una edición de "Pronto" del año 1980, lo que hizo inmediatamente acordarme de mi madre, ya que ella siempre lee esta revista.

La magia comenzó con una señal de un zapato, continuó al encontrar la revista, y se resolverá cuando se la envíe desde Santiago por correo y ella la vea en casa.


Km 86 a.d. Santiago

Fue en la charca de la fotografía de ayer, en la ruta hacia Sobrado dos Monxes, cuando me enteré de la muerte de un familiar de una amiga que iba a visitar en Santiago. En ese momento encontré la piedra más bonita que haya visto en todo el camino, la cual le llevare, y cada paso que dé hasta entonces serán por ella y su familia.




Km 25 a.d. Santiago

Hoy cogí la ruta alternativa para ahorrar unos kilómetros y no cruzarme tan pronto con el camino francés. Cuando llegué a Brea, pueblo dónde finalizaba el atajo, me encontré sentado a Darío, el hombre italiano que me había dicho este camino días antes, y al cual no veía desde entonces.

Km 20 a.d. Santiago

Si todo va bien, mañana llegaré a Santiago, mucho antes de lo previsto. A medida que iban pasando los días mis piernas, aunque doloridas, me han ido llevando por inercia haciendo unos 40 km en las últimas etapas. Creo que no era yo el que andaba. Alguien o algo me lleva en volandas. Energy¡¡¡

Estoy contento, porque cada vez tengo más normalizado mi conexión con las energías. Cuando estoy cansado, me meto entre los árboles y cerrando los ojos y hablando con la Naturaleza es como si me recargo. Lo que me lleva hacer km y km sin parar.





lunes, 15 de junio de 2015

Cartas al Director

Como venía pensando días atrás,y aprovechando que hoy me he tomado la etapa cpn más calma, me he puesto en contacto con las editoriales de prensa "La voz de Galicia" y "El progreso". La carta que me gustaría publicasen es esta, y a ver si alguien me puede ayudar con la causa.


Querido Universo. Amigo Santiago:

     Te escribo esta carta a través de La Voz de Galicia para exponer un hecho. El de un peregrino que camina hacia tí desde Irún, hace casi un mes. Cada día más pleno de espíritu y cargado de energía. Esto me hace pensar que el Camino no puede acabar aquí, en Compostela, sino en la puerta de mi casa, Aranda de Duero, Burgos.

     De buena gana lo haría andando, como hasta ahora, pero mis pies sufren las clásicas consecuencias de largas caminatas que acuden a tu llamada. Por eso había pensado volver por el camino francés, pero en bici y he aquí mi plegaria. 

     Mi nombre es Roberto. Me encuentro realizando un blog con el que disfruto día a día relatando mis vivencias en el Camino del Norte, pero quiero seguir relatándolas por el camino francés y necesito una Bici. No dispongo del dinero suficiente como para comprarla, pues soy uno más de los muchos parados de este país, que intenta hacer lo que le gusta. Explorar y comunicar. Al leer el Domingo, en este mismo periódico, que el país está cambiando, intentando ser más humano y más cercano, se me ocurrió que tal vez, a través de esta editorial pueda comunicarme con el pueblo de Santiago, A Coruña, Galicia, para que algún ciudadano, entidad deportiva o empresa, me preste una bici para volver a casa. Por supuesto me comprometo a enviarla de regreso por correo. Y si no es mucho pedir, también necesito una tienda de campaña, ya que en mi presupuesto del viaje no tenía previsto la vuelta, con el consiguiente gasto de albergues.

Con todos mis respetos, Salud y mucho Amor. 

No sé si resultará, pero espero que sí. Que la energía siga fluyendo, y nos lleve pasito a pasito a dar una vuelta al mundo. 


domingo, 14 de junio de 2015

San xusto- villalba

Casi 50 km de caminata hoy por estar completo el albergue anterior de Gonton. Segunda vez q me pasa el hacer más km de lo pensado, y la primera, como ya conté, empezó un ciclo de magia. Hoy, puede que parecido, pues al salir de Gontón, paré a tomar un café en el ultimo bar del pueblo, donde me encontré con un peregrino italiano con el que ya había coincidido anteriormente, pero tampoco habíamos hablado mucho.


Esta foto fue tomada hará hace unos diez días, justo cuando encontré a Susan en el albergue de San Esteban. Un buen hombre que también aparecía en todas las etapas y hoy es el primer día que hablamos de verdad. Yo le he explicado mi blog y su temática, y él, desde su punto de vista cristiano católico me ha hablado de que San Francisco de Asís hacía algo parecido con sus creencias. Explicaba la vida condesde sus conexiones con la Naturaleza. El sol, la luna, y los cuatro elementos: agua, aire, fuego, tierra. El kit de la cuestión es que yo horas antes, justo hoy, había escrito unos versos a la vida.

Vida
Vida eres, vida soy
Vida juntos, vida entera
Vi la luna, vi el sol
Vi las estrellas, vi un ruiseñor
Vi mariposas, vi la flor

Bebí tus aguas 
Porté tu fuego
Escuché al viento
Y andé tu tierra
Con estos cuatro y la conciencia
sólo queda pues paciencia
Hacia ti
Desde ti

No sé si San Francisco hablaba de esto pero Dario, el hombre italiano que me comentó lo mismo que yo había escrito horas antes, me habló también de que existe una ruta por Italia del santo que llega a Roma...cosa que me hace pensar que el ciclo de esta magia termina en Roma, y que allí algo sucederá, más aún, cuando además mi chamán de monserrat  vivió allí por muchos años, y tiene pensado volver en breves. Demasiadas coincidencias para obviarlo no? :)

Además llevaba un par de dias pensando cual sería la ruta que va directa para Santiago sin pasar por Arzúa, parte del camino francés, y él me lo dijo con detalle sin yo preguntar. Como dice Gustavo, todas las piezas del camino se van resolviendo por sí solas. Aquella foto que hice aquel día, en un principio era pata mostrar la fuente, sin pararme a pensar que mi fuente era él, Darío.

sábado, 13 de junio de 2015

Entre Asturias y Galicia

A orillas del río Eo, en la parte Asturiana, digo hola a Galicia
A orillas del río Eo, en la parte Gallega, diré hasta luego a Asturias
Entre medias un puente, el de los Santos
que contagiame ye hoy si,
de que a uno de ellos voy visitar.

En tierra de Meigas y Meigos
Influenciado por xanas y trasgus que ya dejo atrás
porto la magia aprendida hacia algún lugar.

Esfuerzos de días enteros entre bosques y caminos
Abrazos, sonrisas, saludos entre mis compadres, los peregrinos
Abierto mi alma a todo que toque los brillos de aquesta luz
que guia mis pasos sin dudas sin duda contento cantándole al hermoso sol,
al pájaro verde pequeño que pasa bailando a mi lado sin ningún pudor,
al hombre con cámara en mano que desde el puente me mira saluda y sonríe,
plasmando la imagen de un joven de 31 escribiendo en su blog,
Novato escritor que aprende las letras y frases sobre su marcha.

Escribe compases desacompasados
de aquí para allá, a todos los lados
que cuando llega, ya se ha ido
Me llaman el desaparecido
Volando vengo, volando voy
y enamorao de la vida, aunque a veces duela
si tengo frío...
Me doy una vuelta y recuerdo
Q nací para caminar.




Magia



Definición de Magia: Sincronización entre personas, animales, plantas, rocas, objetos, fuego aire, tierra y agua, coincidiendo en un determinado momento para crear desde la nada el todo. En definitiva, confluencia de energías.
Esta es a la conclusión que he llegado desde mi propio análisis para definir lo que es magia, dado que últimamente uso mucho este término. Podréis pensar que entonces todo es magia. Pues sí, creo que sí, lo único que no siempre estamos preparados para percibirla por diferentes razones. Uno de ellos el raciocinio, nuestra propia educación, que nos hace interpretar las cosas siempre con una lógica. Si no tiene una explicación científica no puede existir. He ahí donde perdemos la percepción de la magia, cuando intentamos explicar las cosas. Por eso los niños son unos espléndidos maestros de la magia. Por uno parte siempre están abiertos a todo, cosa fundamental para percibir la magia, y por otra, todavía no tienen las barreras de lo aprendido.
En los últimos días todo me parece mágico, porque lo es, y porque he aprendido a desaprender para sentir como lo haría un niño. Hace un par de días os contaba la historia de Susan, una chica Suiza que tenía miedo de caminar sóla por el bosque porque llevaba un par de días que le aparecían perros de repente en su camino, ladrándola y gruñéndola.  Yo lo identifiqué como demonios del camino, pero no supe interpretarlo hasta el día de ayer todo el proceso mágico que se dio.
La vida hizo que nos encontráramos diez días atrás en un Albergue, en concreto en el de San Esteban, al cual yo no tenía pensado ir, porque recuerdo que ese día me lo quería tomar con calma y hacer pocos kilómetros, pues fue después de una etapa de 47km. Caprichos del camino, me pasé el pueblo donde me quería quedar sin darme cuenta, en el siguiente el albergue estaba completo, en Ribadesella no había albergue y sólo me quedaba la opción de San Esteban, con el consiguiente sobresfuerzo que tuve que hacer, al andar 15km más de los pensados.  Llegué a las 21:30 de la noche, al límite de que cerraran y en la habitación que me destinaron sólo había una chica, Susan. Hicimos las presentaciones adecuadas y ella se quedó dormida mientras yo me dispuse a cenar y ducharme. Sin más, al día siguiente cada uno siguió su camino, aunque de nuevo coincidimos en la siguiente pensión de Villaviciosa, sin hablar demasiado. Una peregrina más del camino.
Día a día nos íbamos viendo y charlando por tramos, pero aún saliendo a distintas horas y distintos ritmos siempre coincidíamos en los mismos albergues. Sin comentar las rutas hacíamos siempre los mismos kilómetros, cosa que no pasaba con nadie pues yo cambiaba según los días.
Fue entonces el día que pernocté en Muros de Nalón, cuando al verme me contó su historia con los perros, entre nerviosa por lo ocurrido y contenta porque tenía alguien a quien contárselo. Yo al escuchar que quería coger un tren para avanzar dos o tres etapas, le dije que de nada servía escapar de sus demonios, medio en broma medio en serio, pues la seguirían a dónde fuera. Así pués, para que no se enfrentase a ellos sóla, me ofrecí a acompañarla el día siguiente por la ruta.
La etapa fue tranquila y yo le enseñé mi forma de viajar y conectar con lo que nos rodea. Le hablé de los ejercicios que de vez en cuando practico para escuchar la Naturaleza,para  conectarme con el Universo o para desarrollar mi intuición. También le comenté que todos los días había veces que seguía mis propias señales, que me llevaban a sitios únicos que las flechas del camino no te marcan. Simplemente la acompañé ofreciéndola mi visión de la vida, tal vez.
El día fue agradable, sin ningún altercado con perros ni nada parecido. Ella se limitó a seguir mis pasos, como si yo fuera el guía del lugar. Yo acepté mi rol, pues se la veía interesada. Al día siguiente nos levantamos y le pregunté si estaba dispuesta a caminar sóla de nuevo por los bosques, y muy convencida me dijo que sí. Además en señal de agradecimiento me regaló una postal de un animalico de la mitología Asturiana.
Hasta aquí todo normal. Sucesión de hechos en la que confluyen dos personas en medio de la fauna y la flora del lugar. Confluencia de energias. Desde la nada al todo. La nada, porque no se conocían. El todo, porque ese mismo día cuando ella llegó al albergue de Luarca, para mi sorpresa porque eran muchos km desde el anterior, vino con una sonrisa de oreja a oreja y contándome que no sólo no habían aparecido perros, sino que había disfrutado de ese día como nunca en el camino, practicando ella también parte de la visión que por lo visto le transmití el día anterior. Dice que hizo descansos múltiples, cuando antes sólo se limitaba a andar. Encontró una playa magnífica al salirse un poco del camino, dónde se dio un baño. Pasó tiempo con los ojos cerrados escuchando la Naturaleza. Y lo que más me gustó y vi con mis propios ojos, es cuando entró por la puerta con un palo de la mano (antes no llevaba), y en la punta, una pluma colocada, como justo yo ese día había colocado al mío para sentirme más conectado con la fauna, ya vaya si lo hice.
He aquí donde aparece pues, la palabra Magía, dejémonos ya de coincidencias.
Me alegro porque al parecer yo sin saberlo le ayudé a luchar contra sus demonios, que no eran otros que el miedo a afrontar el viaje de una manera relajada y disfrutando de cada paso que da, sin guias, sin metas de hacer tantos kilómetros al día, sin descansar y llegando a los sitios tan cansada que no hacía otra cosa que dormir y madrugar, para al día siguiente más de lo mismo. Aquellos perros simplemente estaban para decirle que relajase el ritmo. Que se tomara la vida con calma, y una vez hecho desaparecieron. Cumplida la magia. Cada uno estaba en su justo sitio sin saberlo, o si.

Ayer por la mañana, parecía nuestra despedida. Una vez cumplida la magia puede que cada elemento tenga que seguir su destino para seguir fluyendo, así pues nos dimos un fuerte abrazo, y de momento, en dos días, no nos hemos visto. Del todo, a la nada...que es lo mismo. Vida...