Cuenta la leyenda que Santiago vino a predicar a España, y donde más tiempo estuvo fue por tierras gallegas. No tuvo muchos discípulos, y dicen volvió a Jerusalén porque se le apareció la Virgen Maria, antes de muerta, por obra de Jesús, para reunir a todos los apóstoles antes de que ella muriera. Pero lo que encontró Santiago allí fue su propia muerte por predicar la palabra de Dios, a manos del rey Herodes.
Aunque tuvo pocos, dos de los discípulos de Santiago montaron su cuerpo decapitado en una barca de piedra, para llevarlo por aguas del mediterráneo y después del atlántico hasta la tierra donde predicó. Así, a través del río Ulla, subieron hasta Padrón, donde atracaron la barca, en Iría flavia, y enterraron su cuerpo.
Justo a la desembocadura del río ulla me encuentro hoy, después de bajar por la costa da morte sin rumbo sólo por uso y disfrute de sus playas. Hasta que he llegado a este punto y me cuentan esta historia.
Iba dando pedaladas sin rumbo hacia mi destino como peregrino, que es entrar en compostela como lo hizo Santiago, ascendiendo el río Ulla. Y al igual que él iba protegido por dos de sus discípulos, yo lo voy por mi gran amiga Vida.
Cuenta la leyenda tambien, que los gatos poseen una conexión con el mundo mágico, invisible. Así como los perros son nuestros guardianes en el mundo físico, los gatos son nuestros protectores en el mundo energético. Sobran pues las palabras en un camino guiado por Santiago y protegido por Vida, mi ángel de la guarda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario