Tirado en el jardin Zen de un albergue espiritual construido hace muchos años por el señor Ernesto, un hombre que estudió teología y después de un año sabático donde dio la vuelta al mundo con un fin humanitario, dice aprendió el sentido de la vida fuera de universidades. Concretamente en un pequeño pueblo de los picos de Europa, donde conviviendo con gente casi analfabeta, comprendió que el conocimiento está en el interior de cada uno.
La verdad que se le ve un hombre que nos habla desde el corazón, y creo que su mensaje al recibirnos en su casa como parte de ella es que con amor se mueve el mundo.
En su ermita octogonal, para almacenar mejor la energía, hay unas pinturas con su leyenda que hablan del camino de la vida, que aquí abajo podéis ver. La leyenda no se puede ver pero lo iré explicando en los próximos días.
El dia fue tranquilo y caluroso y llegar al quien, con reunión y cena comunal además de ser un sitio idílico, me llena de paz para descansar en perfecta conexión, y empezar mñn con mas ganas si cabe. Mucha vida,!!
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