La etapa de ayer fue muy reconfortable. Salimos los cuatro magníficos del Camino del norte. Gustavo, Feli, Tierry y yo, en disposición de un nuevo día hacia ese mismo día.
En cuanto empezaron los repechos se fueron quedando por el camino Gustavo y tierry. Yo seguí por un tiempo los pasos de Feliciano, hasta la primera parada a almorzar. Cuando caminamos juntos no paramos de hablar y eso hace que no dosifiques bien las fuerzas, por lo que decidí parar allí mismo a descansar. Para mi sorpresa, o no, justo al levantarme, unos metros más adelante estaba Gustavo. Quería contarle lo que me pasó el otro día cuando recibí un blanco flash en mi mente, pues en anteriores charlas con él me contó que es maestro energético desde hace mucho tiempo, y me gustaría saber su opinión de lo ocurrido. Yo siempre le cuento mis experimentos por el bosque y él me da explicaciones más o menos complejas para que yo pueda entenderlo y pueda seguir con esta pequeñña evolución.
Lo que me dijo en esta ocasión fue que había tenido una conexión directa con el Universo, el cual conseguí por un estado de concentración óptimo con la causa. Le pedí que me enseñara algún ejercicio para conectar más asiduamente, pues me gustó la experiencia, pero él me hechó el freno y me dijo que no corriese. Poco a poco. Con paciencia. Algo de lo que siempre he carecido. Así pues otro deber que trabajar, la paciencia, dicen característica primordial de los sabios. Piedrecita a la mochila y a seguir.
Al momento, en el día de ayer fui paciente en una etapa de 40 km hasta Bilbao, en la que anduve sólo desde Lezama. Volví a hacer mis ejercicios con las plantas con resultados positivos en distintos puntos del camino. Me encanta sentir la energía. Se me ponen los pelos de punta y la carne de gallina y noto en mayor o menor medida cómo recorre mi cuerpo.
Seguí intentando comunicar con los animales, y en un hermoso prado de cabras, las intenté llamar con un nuevo sonido que estoy practicando. Es como silbar hacia adentro pero con la boca mas abierta, por lo que el sonido producido no es un silbido sino como el eco del viento. Cuando lo hice las cabras me miraron, y de mitad del prado apareció un gran perro blanco que corria hacia mi con aspecto amigable. En ese momento todas las cabras vinieron detras del perro y en un momento se juntaron todos alrederor de la vaya a escasos metros de mi. El perro parecía contentao y me lamía medio jugando. Un toque más de aliento para las duras subidas que aquel día se acontecían de camino a Bilbao.
Bellas vistas de la ciudad desde la última de la ruta. Pero todavía quedaba atravesar todo el centro para llegar hasta la otra punta que es donde estaba el albergue de peregrinos de ese día.Suerte que quedé con Feli en la Catedral y así pudimos amenizar el paseo juntos por la capital de Vizcaya. Por supuesto, tomamos nuestro zurito de rigor. Además ese día le llevé un regalo. Un palo de Peregrino que encontré por el bosque. Él era rehacio a llevarlo, pero parece le gustó, y caminaba todo chulo con él cerca de su estadio favorito, San Mamés, pues aunque no le gusta el fútbol en demasía su equipo preferido es el Athletic, debido a la afición de su abuelo. Además este año está en la final de la copa del Rey, partido que habrá que ver en dos días más o menos, porque la verdad que casi ya no tenemos noción del tiempo ni el día de la semana que es. Nuestra única preocupación, comer, dormir y andar, y de momento parece que lo estamos haciendo bien.
También como otros días, bebí de cada fuente que ví e hice un par de montículos de piedras intentando volver a conectar con el Universo como en la etapa anterior con el flash mental que tuve. En esta ocasión lo hice de la misma forma pero con resultado negativo o no tan fuerte. Leve. Casi inexistenete. Creo que fue por intentar hacerlo de una manera consciente, ya que mi chamán del camino, Gustavo, me comenta que sólo se alcanza cuando lo haces desde el interior, sin raciocinio. De una manera sincera, y eso me hace acordarme de Ángel, el mensajero del primer día que nos habló del significado de esta palabra. Sin-cero, sin nada. Desde la nada al todo. Pero si pienso me miento (Pensa- miento).
Después de un día largo de caminata, llegamos al Albergue dónde hicimos una cena comunal. Nosotros llegamos tardísimo para el horario de los albergues de hospitaleros, que a las 22:00 cierran sus puertas. Así, la cena ya estaba echa a las 21.00, y cuando llegamos nos ofrecimos a fregar sin ningún problema. Tras disfrutar de una dulce velada con cervezas incluidas, recogimos entre todos y Feli y yo nos pusimos a la tarea encomendada. La gente se fue llendo a la cama y sólo quedaron dos chicas en la terraza de afuera fumando unos cigarrillos. Fani, joven francesa de 17 años y Sonia, una chica de Barcelona de mi edad.
Me dí una ducha y fui a fumar con ellas donde pudimos conversar tranquilamente los tres. Fani, peretenece a una asociación de jóvenes con problemas familiares o sociales, y está haciendo el camino con su maestra, voluntaria o trabajadora de dicho centro. Salieron de Sevilla hace tres meses y una vez en Finisterra decidieron volver hasta Irún completando así 2000 Km a modo de terapia creo haber entendido, pues no quise profundizar mucho en un tema tan delicado.Dice que el andar le viene muy bien para responder todas sus preguntas antes de volver a París, donde empezará a poner en práctica todas sus respuestas.
Sonia por su parte, viene al Camino por unos días con su madre y su tia. Su motivo es que quiere conectar con las personas, pues por diversas vivencias de su vida se siente cerrada a ellas por miedo o desconfianza.Dice que prefiere a los animales porque se les ve tal cual son, y en cmbio a las personas las ve con doble fondo. Después de una larga conversación llegamos a la conclusión de que no empatiza con la gente y que lo que tiene que hacer es abrirse sin ningún temos, escuchando a los demás y poniéndose a veces en su lugar para intentar comprenderlos y así poder conectar. Ella ya lo había identificado en sus días de caminata en donde deja la mente en blanco y piensa más claro. Increible cómo cuando no pensamos es cuando la mente es más sincera.
Andar por la naturaleza es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo, pues dejas que sea tu interior el que hable y eliminas el raciocinio, lo aprendido o lo que creemos que tiene que ser, sin escuchar realmente lo que llevas dentro. La esencia. Esa que nos guía y a veces frenamos, pero que si dejamos que actúe es la que nos llevará a cumplir con nuestro destino.Si somos capaces de dejarnos llevar por la intuición, todo fluirá libremente y llegaremos a las vivencias que el Universo nos tiene preparadas para nuestro bienestar y la realización de nuestras metas o misiones.
Como la charla se alargó un poco y ya era tarde, ayer no me dio tiempo a hacer la entrada en el blog, pero mi intuición me dijo que ese momento era para los tres, y seguro que la conversación nos servirá para el futuro de nuestras vidas. Tres desconocidos mensajeros, juntos en una mesa por el azar.
En cuanto empezaron los repechos se fueron quedando por el camino Gustavo y tierry. Yo seguí por un tiempo los pasos de Feliciano, hasta la primera parada a almorzar. Cuando caminamos juntos no paramos de hablar y eso hace que no dosifiques bien las fuerzas, por lo que decidí parar allí mismo a descansar. Para mi sorpresa, o no, justo al levantarme, unos metros más adelante estaba Gustavo. Quería contarle lo que me pasó el otro día cuando recibí un blanco flash en mi mente, pues en anteriores charlas con él me contó que es maestro energético desde hace mucho tiempo, y me gustaría saber su opinión de lo ocurrido. Yo siempre le cuento mis experimentos por el bosque y él me da explicaciones más o menos complejas para que yo pueda entenderlo y pueda seguir con esta pequeñña evolución.
Lo que me dijo en esta ocasión fue que había tenido una conexión directa con el Universo, el cual conseguí por un estado de concentración óptimo con la causa. Le pedí que me enseñara algún ejercicio para conectar más asiduamente, pues me gustó la experiencia, pero él me hechó el freno y me dijo que no corriese. Poco a poco. Con paciencia. Algo de lo que siempre he carecido. Así pues otro deber que trabajar, la paciencia, dicen característica primordial de los sabios. Piedrecita a la mochila y a seguir.
Al momento, en el día de ayer fui paciente en una etapa de 40 km hasta Bilbao, en la que anduve sólo desde Lezama. Volví a hacer mis ejercicios con las plantas con resultados positivos en distintos puntos del camino. Me encanta sentir la energía. Se me ponen los pelos de punta y la carne de gallina y noto en mayor o menor medida cómo recorre mi cuerpo.
Seguí intentando comunicar con los animales, y en un hermoso prado de cabras, las intenté llamar con un nuevo sonido que estoy practicando. Es como silbar hacia adentro pero con la boca mas abierta, por lo que el sonido producido no es un silbido sino como el eco del viento. Cuando lo hice las cabras me miraron, y de mitad del prado apareció un gran perro blanco que corria hacia mi con aspecto amigable. En ese momento todas las cabras vinieron detras del perro y en un momento se juntaron todos alrederor de la vaya a escasos metros de mi. El perro parecía contentao y me lamía medio jugando. Un toque más de aliento para las duras subidas que aquel día se acontecían de camino a Bilbao.
Bellas vistas de la ciudad desde la última de la ruta. Pero todavía quedaba atravesar todo el centro para llegar hasta la otra punta que es donde estaba el albergue de peregrinos de ese día.Suerte que quedé con Feli en la Catedral y así pudimos amenizar el paseo juntos por la capital de Vizcaya. Por supuesto, tomamos nuestro zurito de rigor. Además ese día le llevé un regalo. Un palo de Peregrino que encontré por el bosque. Él era rehacio a llevarlo, pero parece le gustó, y caminaba todo chulo con él cerca de su estadio favorito, San Mamés, pues aunque no le gusta el fútbol en demasía su equipo preferido es el Athletic, debido a la afición de su abuelo. Además este año está en la final de la copa del Rey, partido que habrá que ver en dos días más o menos, porque la verdad que casi ya no tenemos noción del tiempo ni el día de la semana que es. Nuestra única preocupación, comer, dormir y andar, y de momento parece que lo estamos haciendo bien.
También como otros días, bebí de cada fuente que ví e hice un par de montículos de piedras intentando volver a conectar con el Universo como en la etapa anterior con el flash mental que tuve. En esta ocasión lo hice de la misma forma pero con resultado negativo o no tan fuerte. Leve. Casi inexistenete. Creo que fue por intentar hacerlo de una manera consciente, ya que mi chamán del camino, Gustavo, me comenta que sólo se alcanza cuando lo haces desde el interior, sin raciocinio. De una manera sincera, y eso me hace acordarme de Ángel, el mensajero del primer día que nos habló del significado de esta palabra. Sin-cero, sin nada. Desde la nada al todo. Pero si pienso me miento (Pensa- miento).
Después de un día largo de caminata, llegamos al Albergue dónde hicimos una cena comunal. Nosotros llegamos tardísimo para el horario de los albergues de hospitaleros, que a las 22:00 cierran sus puertas. Así, la cena ya estaba echa a las 21.00, y cuando llegamos nos ofrecimos a fregar sin ningún problema. Tras disfrutar de una dulce velada con cervezas incluidas, recogimos entre todos y Feli y yo nos pusimos a la tarea encomendada. La gente se fue llendo a la cama y sólo quedaron dos chicas en la terraza de afuera fumando unos cigarrillos. Fani, joven francesa de 17 años y Sonia, una chica de Barcelona de mi edad.
Me dí una ducha y fui a fumar con ellas donde pudimos conversar tranquilamente los tres. Fani, peretenece a una asociación de jóvenes con problemas familiares o sociales, y está haciendo el camino con su maestra, voluntaria o trabajadora de dicho centro. Salieron de Sevilla hace tres meses y una vez en Finisterra decidieron volver hasta Irún completando así 2000 Km a modo de terapia creo haber entendido, pues no quise profundizar mucho en un tema tan delicado.Dice que el andar le viene muy bien para responder todas sus preguntas antes de volver a París, donde empezará a poner en práctica todas sus respuestas.
Sonia por su parte, viene al Camino por unos días con su madre y su tia. Su motivo es que quiere conectar con las personas, pues por diversas vivencias de su vida se siente cerrada a ellas por miedo o desconfianza.Dice que prefiere a los animales porque se les ve tal cual son, y en cmbio a las personas las ve con doble fondo. Después de una larga conversación llegamos a la conclusión de que no empatiza con la gente y que lo que tiene que hacer es abrirse sin ningún temos, escuchando a los demás y poniéndose a veces en su lugar para intentar comprenderlos y así poder conectar. Ella ya lo había identificado en sus días de caminata en donde deja la mente en blanco y piensa más claro. Increible cómo cuando no pensamos es cuando la mente es más sincera.
Andar por la naturaleza es un ejercicio que recomiendo a todo el mundo, pues dejas que sea tu interior el que hable y eliminas el raciocinio, lo aprendido o lo que creemos que tiene que ser, sin escuchar realmente lo que llevas dentro. La esencia. Esa que nos guía y a veces frenamos, pero que si dejamos que actúe es la que nos llevará a cumplir con nuestro destino.Si somos capaces de dejarnos llevar por la intuición, todo fluirá libremente y llegaremos a las vivencias que el Universo nos tiene preparadas para nuestro bienestar y la realización de nuestras metas o misiones.
Como la charla se alargó un poco y ya era tarde, ayer no me dio tiempo a hacer la entrada en el blog, pero mi intuición me dijo que ese momento era para los tres, y seguro que la conversación nos servirá para el futuro de nuestras vidas. Tres desconocidos mensajeros, juntos en una mesa por el azar.
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